viernes, enero 27, 2012

Medicinas inútiles

Este año la gripe, según los periódicos, tiene rango de epidemia en la península. ¿Será porque la cepa del virus de 2012 se propaga más? ¿O porque nos habrá pillado a los españoles con las defensas más bajas?

Los médicos dicen que la correcta alimentación y una vida sin estrés y sin disgustos son lo más indicado para prevenir los 5 días de fiebre y malestar que esta enfermedad estacional nos regala envenenadamente.

En este invierno, el estrés de la sociedad española no es peccata minuta. Y es que tenemos a la Corona, paradigma de las instituciones, perdiendo lustre por culpa de las veleidades financieras de un infante consorte. Veleidades relacionadas, entre otras, con supuestos cobros irregulares de la Generalitat valenciana. Y nos entra la tos, porque mientras, el que fuera presidente de esa comunidad con aeropuerto sin aviones, esa que tenía una caja de ahorros (CAM) que le hizo un roto al sistema financiero español, y en donde huele peor, a pesar de sus cítricos (tan buenos para prevenir los catarros), que en la Dinamarca de Hamlet, ha salido no culpable del delito que se le imputaba por haber aceptado unos trajes de na’ de un “amigo” que está vinculado a una trama de corrupción que tiene ya a tres personas encarceladas y que extiende el aroma a podredumbre a otras varias comunidades autónomas –aquí ya moqueamos–; una de ellas, la Comunidad de Madrid, en donde ahora, Ana Botella, alcaldesa con suerte, propone cubrir servicios públicos con voluntarios, pues las arcas públicas, fíjate tú y coge un kleenex, están vacías.

Y nosotros con un estrés, con una mala leche, que nos lleva a la tos, a los sudores fríos… Nos tiramos en brazos de la gripe, vamos.

Pero no se vayan a pensar que el que esto escribe cree que nuestras defensas son los glóbulos “rojos”, la corrupción no es exclusiva del PP, ni mucho menos, es inherente al poder. Que se lo pregunten al PSOE… Pero nuestros linfocitos, los glóbulos blancos, se resienten menos si nos roban de un puchero lleno que de uno del que ya se ve el fondo. Y el puchero de este país muestra ya 5,3 millones de parados. Y nos dan arcadas ya de tanto toser. De toser al gobierno anterior, y a este nuevo. De toserle al sistema.



Y la Justicia, que podría actuar como un Frenadol, para disminuir los síntomas asociados a los procesos gripales, no nos alivia, sino que además nos aviva los virus y hace que enfermemos aún más.

Y en este malestar nos cuesta distinguir a Camps, de Garzón o de El Cuco... Sólo tenemos fiebre y ganas de devolver porque, tras ver cómo actúa la Justicia, que debería calmarnos moralmente, nos encontramos todavía peor.

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