jueves, noviembre 03, 2011

La crisis de Europa

Papandreu, como aquella famosa socorrista de San Sebastián de los Reyes tan popular en youtube, ha mezclado ácido clorhídrico con sulfato de sodio y la ha liado parda.
Al presidente griego se le ocurrió plantear un referéndum donde los griegos dijesen si querían ser rescatados con las condiciones que impone Francia y Alemania.
De realizarse el referéndum los griegos se debatirían entre dos infiernos: aceptar unas medidas que van a estrangular la economía de los ciudadanos de a pie o ser expulsados del Euro por quiebra, y tener que nadar ellos solos en medio de esta tormenta económica que sacude Occidente.
A Papandreu le estaba cayendo la del pulpo y para lo que le queda en el convento... Grecia no cumple con sus pagos, no tiene capacidad para maniobrar y la política económica se la dictan desde Europa. La oposición no le apoya, su partido tampoco -porque todas las medidas que ha de acometer son muy impopulares- y lo que quieren unos y otros es el bien propio, el estar en el poder. Y en estas, Papandreu se descuelga con un farol que hace temblar a toda Europa.
Y los que más tiemblan son los prestamistas, bancos alemanes y franceses mayoritariamente, porque imaginarse que el líder griego iba a dejar decidir al pueblo -en una maniobra digna de Poncio Pilatos, por cierto- les hacía pensar que Grecia se podría declarar en quiebra y entonces dejarían de cobrar lo que se les debe. Y eso se les dejó hacer a Islandia, pero a Grecia… ¿Qué pasaría si cundiese el ejemplo?
“Crisis” es un termino griego que viene del verbo “κρινειν” que significa “separar” o “decidir”. Una crisis es algo que rompe un todo, y en esa ruptura se dan pequeñas partes que pueden ser analizadas. De ese mismo verbo deriva la palabra “crítica” y la palabra “criterio”.
Este momento ha puesto de relieve que el gobierno del pueblo no existe, que son los mercados los que dictan las políticas. Existe una democracia de pequeñas cosas, pero no de grandes números. Los partidos políticos de casi todos los grandes países están metidos en el juego del mercado en donde las corporaciones y las instituciones que manejan las bolsas les dicen qué paso hay que seguir.
Sarkozy alaba la postura de Rajoy al apoyar las políticas de Zapatero. Y en Génova y en Ferraz, preparando las próximas elecciones, les entran los siete males. ¡No somos lo mismo! Sarkozy, ¡a ver si se van a confundir los españolitos!
Papandreu en su exabrupto político ha conseguido que todos se retraten: los políticos y los bancos. Porque todo el sistema está en crisis. Europa se rompe, y yo, tras hacer crítica e intentar tener criterio, ya no sé a qué banco votar.

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