La realidad a veces se pone muy pesada. Uno quiere apartarse de ella y las noticias no le dejan.
Me había propuesto no escribir en una temporada sobre la actualidad política, porque los cotilleos, las cábalas, las conspiraciones, me parecen realmente política de urgencia y se alejan de la política a largo plazo. Me parece más importante para la “gran polis” , por ejemplo, la tendencia al consumo desenfrenado que tenemos los occidentales, la falta de esfuerzo –no solo en los jóvenes, en los adultos también-, o lo trivial y efímero de las relaciones personales. Estas cuestiones más cercanas a la sociología y a la filosofía me interesan más que si FAC pacta con el PP o si el PSOE deja de lado a Chacón, pero también sé que el paso corto marca el camino y no puedo dejar de mirar quiénes van a hacer el mañana inmediato y qué pretenden.
El “quiénes” se van a sentar a gobernar en Asturias, quiénes van a velar por el bien común en esta próxima legislatura se ha puesto de película de Esteso y Pajares, solo falta Nadiuska enseñando muslamen.
La reciente elección de la presidencia de la Junta del Principado, órgano que –he de confesar- hasta hace 4 días no sabía muy bien lo que hacía, nos ha traído una sorpresa “fantabulosa”: PP y PSOE repartiéndose, a la luz pública –sin pactos con nombres de lugares curiosos- los mejores asientos, y todo ello para dejar en un tercer plano a Foro. Los dos enemigos irreconciliables que, se supone, tienen ideologías divergentes (no se rían, así era antes y así me lo aprendí yo), se han dado la mano para no dejar pasar al nuevo. Y con ese movimiento parece, a mi juicio, que le dan la razón a Cascos cuando decía que aquí había un pacto encubierto para que el “status quo” se mantuviese. Las urnas han dado la vuelta a veintitantos años de gobierno y oposición, pero los actores de esos veintitantos años se resisten a salir de sus papeles ya aprendidos. Y lo que han hecho está dentro de las reglas, dentro de la ley, la geometría política lo contempla, pero o eres tigre o eres león y esto me suena a una ética un poco dudosa. Suena a que quienes nos quieren gobernar se preocupan más de gobernarse a ellos que a nosotros Suena a que el “quiénes” les importa más que el “qué”.
Cascos debe de estar frotándose las manos, porque cada acción de PP y PSOE le hace cada vez un poco más fuerte, y eso sin que sepamos nada de cuál es su ideario. Aunque visto lo visto, a los otros dos tampoco parece importarles nada el propio.
Ya ven, he acabado hablando una vez más de lo mismo, y un poco más indignado.
viernes, junio 17, 2011
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