jueves, noviembre 18, 2010

Información y libertad

Hoy iba a escribir otro artículo, pero buscando información para hacerlo, como hago habitualmente, se me ha metido este otro tema en el ojo.

Cada vez que recreo una anécdota, que imagino un suceso, que visualizo una situación para estamparla sobre un folio, suelo documentarme un poco sobre la temática, sobre datos abstractos o fechas concretas, o simplemente sobre formas de transcribir o de deletrear determinadas palabras o expresiones. Hace años usaba diccionarios o enciclopedias a tal efecto, ahora tecleo en un buscador lo que deseo saber y aparecen cientos, miles, cientos de miles de resultados relativos a lo que quiero saber. A veces tengo que hacer una pequeña criba entre la información que surge; otras, el primer resultado de Google me sirve. Casi siempre me es útil la Wikipedia. Mis búsquedas no son nada especializadas, yo no necesito datos médicos de última hora, ni investigaciones del CERN sobre teoría de cuerdas, ni estudios alternativos sobre interpretaciones históricas… Lo que busco es de alumno aplicado de bachiller, lo que yo ya debería saber si prestase, o hubiese prestado, más atención y tuviese mejor memoria. Quiero decir que no son saberes muy específicos. Por lo tanto la Wikipedia me suele servir. Es clara y está escrita por cualquiera. Y esto que podría ser un fallo es precisamente su acierto. Cualquiera que se considere docto en una materia puede introducir o modificar contenidos en ella. Los demás, todos los demás que lo lean, si no están de acuerdo, pueden corregir o apuntar nuevos datos o enfoques. Es decir, es un saber universal, o puede serlo... Todo el mundo puede opinar y escribir. No hay una voz que tenga la última palabra. No está sujeto a intereses personales o partidistas.

Editar es seleccionar y plasmar de una forma determinada una porción de la realidad. Si uno escribe sobre un conflicto, aunque quiera ser objetivo, elegirá y redactará de una forma determinada unos hechos concretos. Omitir o acentuar es opinar, y la asepsia no existe. Lo que sí existe es dar voz a otros. Y la Wikipedia, con todos sus errores, está abierta todo el mundo.

Hoy me he encontrado que su fundador me pide una donación para mantener la Wikipedia libre de publicidad. No me molestaría ver anuncios a un lado de la página, me da igual. Lo que sí me preocupa es que si alguna empresa comienza a pagar en forma de publicidad y llega a pagar lo bastante, la neutralidad de la web y su universalidad se vea afectada. Y aquí estoy yo ahora pensando si donar o no donar 10 ó 20 dólares. Porque la libertad, como todos sabemos, tiene precio.

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