martes, marzo 22, 2005

Tormenta abandona la Patrulla, disgusto del profesor Xavier, alivio para la bella heroína.

El tiempo, como estos tiempos que corren, está neurótico. Estamos a 24 grados por quinto día consecutivo, y si alguien se fija en la fecha de esta entrada, verá que esto no es normal, al menos aquí, asomados al Cantábrico. Precisamente por eso, creo que estoy disfrutando especialmente este veranillo extraño. Además, el comienzo del anómalo calor coincidió –o coincide- para mí con el fin de una etapa laboral y con el principio de otra. Es un claro augurio de “has hecho bien”, una sintonía personal con el Universo -mis poderes inconscientes son ilimitados-, una sensación de que por fin el caos se convierte en cosmos.

Los fatalistas meteorólogos, al igual que las pescaderas de la plaza de sur –figura retórica donde las haya, pues ahora las pescaderas de la plaza del sur están en plantilla del Corte Inglés y dudo que tengan la oratoria que demostraban antes-, se empeñan en decir que se debe al cambio climático, al caso omiso que Bush le hace al protocolo de Kyoto, o a que esto es el comienzo de un cambio para mal. Pobres ilusos…, está más que claro que he sido yo, con esta alegría interior que irradio, que soy capaz de convertir marzo en agosto…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre hay un sol de agosto esperando que alguien abra los ojos para verlo!!!
Me transmites una sonrisa interminable!

Anónimo dijo...

Ya leí lo de tu trabajo en el blog de Fran, y bueno una sonrisa, me ha sacado el post, por la gracia con la que lo has escrito. Parece que el buen tiempo(por supuesto cambio climático producido por tí)nos cienta bien a todos, si vieras la de alegrías que me estoy llevando... ;)

Anónimo dijo...

Es tarde y no puedo dormir. He entrado a leer tu blog mientras escucho el final de la peli (y los malos van venciendo como en "Que no sea Kang, por favor"). Espero que sigas descongelando el invierno, que volvamos a caminar acompasados. T PI

Anónimo dijo...

No dudo que seas el artífice de este veranillo pero..... podrías alargarlo un poco más?? es que las nubes negras que veo desde mi ventana no me animan a soñar con hombres desnudos que van al trabajo en autobuses rojos.....

Anónimo dijo...

Muy bien, la patrulla, las sardineras, el veranillo, sol a espuertas... ¿Y luego qué? ¿Qué pasó después? ¿Qué más...? No quiero saber más argumentos, quiero nuevos destellos de Xivares. Exijo.

Roberto Iza Valdés dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.