De nuevo, cierto tiempo mudo…, pero con gran actividad cerebral. Cuando esto estalle, quizá vomite versos yambos por esta boquita.
Por el momento, un pequeño resplandor:
Alvar Aalto, el arquitecto finlandés, más conocido –al menos por mí- por sus diseños de mobiliario, dio un discurso en la fiesta del centenario de su instituto cuando él ya era un afamado profesor y miembro de la Academia Finlandesa. En el “speech” en cuestión agradeció a su antigua escuela “el regalo de la duda que le [habían] dejado como herencia”.
- ¿Regalo…?
- Va a ser que sí…
lunes, marzo 21, 2005
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