lunes, enero 24, 2005

Tú, mi Abigail, bella de Kilronan

Los eucaliptos que sierran el cielo al dejar Asturias cuando viajas al Este. El color irreal de los Picos de Europa, vistos desde la A8 al amanecer, en un día sin nubes de invierno. Concentrarse en el tacto del volante y sentirlo como si lo explorases por primera vez, en un cálido gesto a salvo del frío que seguro hace fuera -al menos, eso dice la escarcha que brilla en los prados. Pensar en el regreso, mientras escucho a Stephen Merritt…

I'm off to the war but you can be sure
I will know you're what I'm fighting for...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si vas a emprender el viaje hacia Ítaca,/ pide que tu camino sea largo,/ rico en experiencias, en conocimiento./ A Lestrigones y a Cíclopes,/ o al airado Poseidón nunca temas,/ no hallarás tales seres en tu ruta/ si alto es tu pensamiento y limpia/ la emoción de tu espíritu y tu cuerpo./ (...) Pide que tu camino sea largo./ Que numerosas sean las mañanas de verano/ en que con placer, felizmente/ arribes a bahías nunca vistas;/ (...) Ten siempre a Ítaca en la memoria./ Llegar allí es tu meta./ Mas no apresures el viaje./ Mejor que se extienda largos años;/ y en tu vejez arribes a la isla/ con cuanto hayas ganado en el camino,/ sin esperar que Ítaca te enriquezca./ Ítaca te regaló un hermoso viaje./ Sin ella el camino no hubieras emprendido./ Mas ninguna otra cosa puede darte./ Aunque pobre la encuentres, no te engañará Ítaca./ Rico en saber y en vida, como has vuelto,/ comprendes ya qué significan las Ítacas./. Kavafis

Mara

Anónimo dijo...

"CON ÉL NO TEMO LA MEDIOCRIDAD", Stendhal.

T PI.

Abigail

Roberto Iza Valdés dijo...
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Roberto Iza Valdés dijo...
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Unknown dijo...
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