viernes, diciembre 01, 2006

Amor / Tiempo de adviento

Qué despacio ha llegado el invierno este año. El calor nos ha abandonado muy lentamente y hemos vivimos una primavera repe. Los animales estaban revueltos y las cosechas confusas. Los árboles no sabían si arrojar sus hojas o si florecer al abrigo de un viento sur, tan poco común por estos lares.

Pero el frío llega, callando a los apocalípticos y recordándonos que vivir encogiendo los músculos nos acerca más a nuestro cuerpo y a nuestras almas.

El frío llega para susurrarnos que somos monos desnudos. Y con la piel tirante, los labios ariados y las manos en los bolsillos no podemos ser tan orgullosos.

Las luces de la Navidad, tan raras hace unos días, a 17 grados, nos calientan ahora con su luz artificial. Esta luz que ilumina nuestra esperanza. Porque con el frío nos sentimos más solos, y nos buscamos.

No es baladí que la Navidad esté en el quicio de la puerta del invierno. Necesitamos la Buena Noticia cuando nos damos cuenta de que somos débiles y estamos indefensos, y estas largas y frías noches nos ubican en nuestra dimensión.

Y nos reunimos para compartirnos. Y brindamos para celebrarnos. Y agradecemos que nos amen. Y queremos darnos. Y sonreímos con cierta tristeza, porque riendo nos exorcizamos.

En estos días nos sabemos pequeños y sabemos que la grandeza, aunque jamás la alcancemos, está en nosotros.

Felices encuentros con los vuestros y con vosotros.

3 comentarios:

Sue dijo...

Más que de frío del que hablas, yo digo que ha llegado el agua. Si bien un refrán dice "en abril aguas mil", creo que esta vez se ha adelantado.
Es una situación caótica que la verdad, no se asemeja mucho a la Navidad que yo recuerdo de cuando era chica.

Más es verdad, que sea con agua, frío, calor o viento, es un tiempo en que se debe disfrutar.

Es muy interesante tu blog.

Anónimo dijo...

¿Cómo puedo haber estado tanto tiempo sin leer el blog? Llevaba el retraso de un par de entradas memorables. Sencillamente memorables.
Tú sigue en el camino (y qué más da...).

Carolina dijo...

Nos sentimos debiles, y necesitamos ser amados, sera que por eso nos gusta el frio? sera que por eso nos inspira a escribir poemas a los que somos mas vulnerables a los efectos de esta vida? a los que somos de manos frias?