Una izquierda pequeña, amable y constante en un atardecer del mes de abril. La sierra del Sueve frente a nosotros detiene las nubes negras que se quieren venir al mar. Dos amigos en el agua, aún fría.
Las responsabilidades, las preocupaciones, se quedan en la orilla.
Sólo hay que remar hasta sentir el empuje, saltar sobre el tablón y girar suavemente en la parte baja de la ola para fluir con el Todo.
Una desconexión cerebral que invita a una unión espiritual.
Lo que dura una ola, lo que dura un baño.
La sopa de pollo para el alma, el primer trago de cerveza…
jueves, mayo 05, 2005
Momento holístico. La Espasa, Colunga.
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1 comentario:
Esa sopita de pollo para el alma... Qué curioso, qué mágico, que sin tener ni puta idea de dónde está La Espasa (nombre de editorial), ni Colunga vea esa postal y sienta ese caldo agradable de la vida cuando se convierte en nada.
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