viernes, agosto 26, 2011

Dar luz

Con este artículo me tiro una piedra.
Busco en los periódicos. Busco en la televisión. Me paseo por el dial… Y nada. Voy al ordenador y, entre las miles de referencias que aparecen en Internet, leo algunas. Tras más de dos horas de pinchar en blogs y en foros voy sacando conclusiones.
Entre ellas, que es difícil, en la sociedad de la información, encontrar información clara de determinadas cosas.
Ustedes pensarán que lo que busco son datos muy específicos sobre alguna cuestión que afecta o interesa a una comunidad muy reducida. Y lo que busco, lo que me gustaría encontrar de forma más accesible, nos afecta a todos.
Llevamos unos días leyendo titulares sobre la posible modificación de la Constitución para incluir en ella un artículo en donde se fije el techo de endeudamiento del país. En el momento que tecleo esto acabo de ver que este límite de deuda se saca fuera de la reforma constitucional, y que las concreciones sobre el mismo se dejan para una ley orgánica que tendrá que aprobarse antes del verano que viene.
Bueno, hay tiempo entonces… Hay tiempo para que los medios y los partidos políticos expliquen de forma clara y meridiana en qué consiste el límite de endeudamiento que quiere legislarse, qué repercusiones tendrá, qué significa que estamos endeudados y las repercusiones que tiene para los ciudadanos. Para los que ahora tienen 45 años y para los que tienen 5. Vamos, que lo expliquen bien, dando voz a todos, y como si a la gente le interesase la política y la economía de alcance, no la de quirófanos extraescolares, ni la de maridos y mujeres dedicados a la cosa pública.
Y es que la mayoría de la gente solo conoce los titulares de las noticias económicas, que hoy en día son el 99% de la política, porque se dan fragmentadas y farragosas, inteligibles solo para el que las sigue día a día, con conocimientos previos y con mucho tiempo.
Pero veo cómo en determinadas informaciones los medios despejan el camino, aclaran, ayudan a comprender. Veo resúmenes y gráficos a cuatro tintas de las noticias que interesa contar: tsunamis chocando con Japón, ligamentos rotos de futbolistas… E incluso yo, que no soy economista ni mucho menos, tras una hora y media de machetazos por la selva de blogs, me abro paso hacia algunos claros en donde, más o menos, comprendo qué hay detrás de la deuda soberana y qué ideas tienen unos y otros respecto a su limitación.
Y creo que la gente quiere leer qué es realmente lo que pasa en la economía que nos afecta y que afectará a nuestros hijo. Leerlo y enterarse, por doloroso e impopular que pueda ser.
Sé que comunicar eficazamente depende de los medios y de los que están detrás de ellos. Háganlo. Sean responsables. Iluminen.
La piedra me ha dado.

1 comentario:

Ripli dijo...

Para mí esta ley da a los gobernantes la justificación para dejar sin cubrir necesidades, diciendo simplemente que "no hay dinero". Quieren evitar tener que endeudarse hasta el infinito.
La deuda la tenemos porque los que nos gobiernan compran los votos ofreciendo prestaciones sin que el país tenga dinero para pagarlas. Sólo espero que a la hora de recortar de verdad piensen en lo que necesita la gente, y no siguan subvencionando estupideces mientran recortan en sanidad, educación y las pensiones de los abuelos.
No sé como no se les cae la cara de vergüenza a esta clase política que son los nuevos caciques, que se han enriquecido en política y viven a todo lujo, mientras hay madres que no saben cómo van a equipar a sus hijos para el cole.