jueves, octubre 21, 2010
Yo quiero tener un millón de amigos
Charlan en un bar de Cimavilla. Dos de ellos, con traje, acaban de llegar. En total son seis los que están sentados a la misma mesa. Ninguno pasa de los 35. Discuten sobre la película que vieron esta semana. Uno de los recién llegado parece confuso. “¿Pero cuándo habéis ido al cine?”, pregunta aflojándose la corbata. “El lunes. ¿Cómo no viniste?” le dice la chica que tiene al lado. “No sabía que ibais a ir.” “Pero si estaba en Facebook.” “¿En Facebook? Espera que miro.” Saca su iPhone mientras los demás siguen hablando. Después de deslizar el pulgar sobre la pantalla del teléfono, le dice a la chica: “Nada de cine. Mira”. La chica se asoma a la pantalla: vídeos, fotos, cotilleos varios. “Pero…, claro, es que estos no son nuestros facebooks.” Él la mira extrañado. “¿Acaso tú no eres Amaya Morales? ¿Y este no es Juancho TF?” dice señalando con la cabeza a cada uno de los nombrados. “Sí, pero ya no usamos esas cuentas.” Él frunce el ceño. “Pero si hoy me has hecho un comentario y luego has colgado un vídeo.” La conversación entre los demás continúa, sin prestarles atención. “Lo que pasa es que ahora usamos otras cuentas para estar en contacto entre nosotros. Pensé que tú estabas…” dice ella un poco avergonzada. “¿Cómo otras cuentas?”, le interrumpe él. “Sí, yo soy Ama Karenina, y Marta es La playa en invierno.” “¿Pero por qué?” “Porque teníamos 600 amigos cada uno en nuestras cuentas y al final todo el mundo se enteraba de todo y hay mucha peña a la que no quieres tener de amiga, sabes…” “Pues bórrala.” “Ya pero, al final la peña se mosquea y tienes que dar explicaciones.” “¡Alucino! Me estás diciendo que tenéis otra identidad porque la vuestra tiene tantas cargas sociales que no sabéis cómo libraros de ellas” “Básicamente eso…” Los demás, que han abandonado sus conversaciones al ver la cara de perplejidad de él, asienten. “Pero seguís colgando cosas en las cuentas con vuestro nombres” “Sí” contesta el otro chico de traje, “yo la mantengo viva porque tengo contactos de curro y amigos de fuera, y porque si no la peña me dice que no le hago caso y paso de dar explicaciones. Así que de vez en cuando posteo algo.” “¡Flipo! ¿Habéis abandonado vuestra identidad de toda la vida, vuestros nombres, por miedo a quedar mal?” “No es eso, simplemente tenemos otros nombres para los amigos, para los amigos de los de antes. Tío, siento que no te hayas enterado. Ábrete otra cuenta y te agregamos. No podemos agregarte con la que ya tienes, nos vería todo el mundo y sería un coñazo andar restringiendo las cosas por grupos.” “¡Joder! Alucino. Bueno, ¿y qué peli fuisteis a ver?” “La red social” contestan al unísono antes de soltar una carcajada.
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1 comentario:
Pues yo estaré en el mundo porque tiene que haber de todo pero... no tengo facebook, ni intenciones.
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