martes, julio 04, 2006

Humildes y amados

There’s a storm outside, and the gap between crack and thunder
Crack and thunder, is closing in, is closing in

Sometimes James

Llueve y no puedo salir del café. No sólo llueve, una tormenta ilumina la calle oscurecida por las nubes. Cada treinta segundos un chispazo anuncia un estruendo. Impresiona la fuerza de la luz, la fuerza del sonido, la fuerza de las gotas de lluvia rebotando sobre las aceras. Nos hace más pequeños y desnudos. No es la lluvia de invierno: controlable con ropas y paraguas. La tormenta sorprende. Es un ataque de guerrillas, la escaramuza ágil y violenta de los elementos. Me siento indefenso y pierdo todo orgullo. La gente, desde este lado del cristal, se sonríe, como dando por hecho que esto va a pasar, la experiencia así lo dicta, pero yo estoy seguro de que el sonido y la furia desmoronan certezas fraguadas en tiempo de bonanza. La tormenta nos recuerda lo que somos. Somos Job en busca de sentido. Somos Job queriendo sentirnos queridos.

Y la tormenta pasa y, aunque no lo emitamos, un suspiro de alivio se produce en nosotros.

Nos sentimos queridos. Somos los elegidos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué bueno. Y qué cierto.

Anónimo dijo...

Qué bien escribes. Y qué bien escribes (reitero).

Francisconixon dijo...

Pe, llego el 15 a Gijón, estás por ahí?